Dicen que el tiempo lo cambia todo. Pero “ses Illes” se mueve por otros impulsos, y aquí hasta las piedras parecen contar historias.
Este pequeño lugar, apretujado entre las callejuelas del barrio pesquero La Lonja, salvaguardó la entrada y salida de cualquier isleño o forastero desde comienzos del milenio anterior hasta la caída en uso de sus murallas. Pues era en esta, la calle del Mar, sobre estos arcos, conocidos como Puerta de l’Almuadí o Puerta de la Mar, la que vio pasar por sus pórticos a Chopin, George Sand, a cientos y miles de altivos mercaderes en busca de fortuna y comercio, a todo un barrio de pescadores y alegres artesanos, sus bailes, las redes de mar reposando, la luz, el sosiego, la calma…
En El Túnel nos sentimos agradecidos de mantener ese impulso que recuerda el tiempo que fue y vendrá, y les invitamos a compartirlo con nosotros.